내 꿈이

Anoche soñé con mi animal favorito:

 
Llegué algún lugar, en mitad de la naturaleza. Había gente alrededor, aunque bastante lejos de mí.
Algunos miraban con curiosidad, otros con temor por lo que las criaturas salvajes pudieran hacer.
Sentía muchos ojos puestos en mí, aunque no veía a nadie.
Yo me senté sobre la hierba.
Unos lobos, no todos eran iguales, se acercaron a mí. Parecían recelosos, pero no temerosos ni fieros. Uno de ellos, con el pelaje de un tono gris oscuro, se acercó a mí y me permitió acariciarlo, mientras los otros se tumbaban alrededor y se relajaban.
Ese lobo comenzó a jugar conmigo, buscando mis manos para que lo acariciara, apoyándose en mis piernas para llegar a mi altura y darme un “abrazo” a su manera.
Poco después aparecieron unos lobeznos, jugueteando alrededor. Se acercaron a mi como si fuera una más, y como si fuera una más me tumbé en el suelo, y jugué con ellos. Eran tan adorables.
Mientras rodábamos y jugábamos, pude sentir que había alguien más, otra persona que me observaba de lejos, de muy lejos. Podría decir que desde otro país.
Esa persona si parecía preocupada por mí, aunque no podía verlo. Me dio una sensación diferente.
Entonces apareció una loba de pelaje blanco y se acercó a mí.
Los lobeznos se quedaron algunos con la panza arriba, otros fueron hacia la loba y otros continuaron jugando.
Se sentó frente a mí. Yo, me puse de rodillas e incliné ligeramente la cabeza, al mismo tiempo que lo hacia la loba.
Fue como una especie de reverencia mutua.